- A Silver Mt. Zion (o Thee Silver Mt. Zion Memorial Orchestra)
- 2014
- 49 min.
- Post-Rock, Art Rock… ¿Chamber Punk?

Estos canadienses hablan, siempre
han hablado, del CONFLICTO. El gran conflicto humano de este siglo —la
disparidad económica, la impotencia ante las instituciones, la frialdad de las
máquinas, el deseo no realizado de luchar por una causa valiosa. Por supuesto
que te van a poner nervioso. De eso se trata. Fuck Off Get Free… debería poner nerviosos en especial a los ciudadanos
de Quebec, a quienes prácticamente se les llama a la guerra de independencia en
la primera pista, “Fuck Off Get Free (For the Island of Montreal)” —un himno
abrasivo y beligerante cuyos temas y tono remiten a “Declare Independence” de
Björk, pero con 7 minutos y muchos músicos más. Y vaya que los usan bien. La
primera parte de la pista es un crescendo monstruoso, de los más agresivos e
inmediatos en su discografía, pero es cuando llega al pico y desciende que se
consagra. Tras dejar la furia salir, Efrim Menuck y compañía emprenden uno de
sus pasajes corales melancólicos tan característicos, sólo que en vez de las
arpas celestiales que los acompañaban en Horses
in the Sky tenemos violines chirriantes sobre un fondo pesado, turbio, que
bien podría haber salido de cualquier disco de In Extremo o incluso de Electric
Wizard. El efecto emocional que siempre han tenido sigue ahí, enervante, pero
ahora es musicalmente denso como un mar de cieno.
“Austerity Blues” es mucho más
pausada, lo cual se entiende, considerando que es la pista más larga del álbum,
con casi 15 minutos de duración. Para empezar no suelta la furia de imediato,
sino que la deja cocinar por un buen tiempo; primero a través de dos minutos de
Menuck acompañando un extraño pizzicato, y luego ya con la instrumentación
tradicional de la banda en un ritmo medio. El bajo, amenazador y profundo,
brilla especialmente en este pasaje. Pasan casi cinco minutos antes de que la
canción explote por primera vez. Tras este crescendo, la banda construye otro,
uno que me remite al disco lanzado por GY!BE hace año y medio, ‘Allelujah! Don’t Bend! Ascend!, puesto que muestra una fuerte
influencia de medio oriente en sus melodías, mezclada con un brío punk a la
hora de inyectar ritmo. Tras una explosión más grande que la primera regresamos
al pasaje coral melancólico, aunque esta vez la instrumentación de fondo sí es
escasa y deja a los cantantes en primer plano. Los violines suenan vagos, como
apenas afinándose, y Menuck recita titubeante sobre tambores militantes
acallados, y sobre las voces fantasmales de sus compañeros de banda, antes de
que todo se funda en una confusión de ruido que no suena cacofónica, sino
natural tras algo tan parecido a un cataclismo.
Las influencias de medio oriente se
hacen todavía más pesadas y evidentes para la bomba rítmica “Take Away These
Early Grave Blues”, la cual te hace azotar la cabeza mientras Menuck repite la
frase del título intercalada con versos sobre ese temor mismo, el de morir antes
de tiempo. Cabe señalar que la distorsión que cerró “Austerity Blues” no se ha
disipado hasta ahora. La furiosa “Early Grave…” parece haber emergido de las
cenizas de su antecesora, que es quizá más taciturna. El clímax de la pista
llega en un jam de violín sobre batería que recuerda a su discografía temprana,
en específico a “Sit in the Middle of Three Galloping Dogs” de su debut He Has Left Us Alone…, sólo que más ruidoso
y torcido sónicamente. Después llega la calma en el modo de un breve interludio
de voces suaves y piano, llamado “Little Ones Run”, el cual es suficientemente emocional
y poético para justificar su lugar en el álbum a pesar de su minimalismo. Pero
su mayor propósito, me atrevo a decir, es construir un puente menos violento,
un lugar de descanso, entre la belicosidad de “Early Grave…” y la quietud del
inicio de la siguiente pista, “What We Loved Was Not Enough”.
“What We Loved…” inicia desde
abajo, con lo que es casi ruido blanco, y asciende poco a poco, con una pequeña
línea de bajo y algunos pellizcos al violín, mientras Menuck comienza a soltar
melancólicas sentencias sobre el futuro de la humanidad. Este inicio me
recuerda a mi canción favorita de ellos, “Mountains Made of Steam”, de Horses in the Sky, pero a diferencia de
ésta “What We Loved…” no se mantiene en territorio lángido mucho tiempo.
Pronto entran los tambores y las voces complementarias, pero no se sienten
agresivas como en las pistas anteriores, sino arrastradas por la corriente
melancólica de la voz de Menuck y su mensaje. “The world itself consumed /
man that’s the only truth […] What we loved was not enough / But kiss it quick
and rise again”. Esto es Silver Mt. Zion
resumido a su minima esencia, a su corazón: enfrentarse al apocalipsis de la
civilización y ver en él todo el dolor, toda la pena, pero también, de algún
modo, toda la esperanza de un futuro nuevo, libre de las penas sociales que nos
aquejan, que nos hacen imperfectos. Tras un pequeño ascenso viene la
obligatoria parte a coro: Efrim recita el apocalipsis con fuego, motines,
muerte de infantes y puentes caídos, mientras voces femeninas repiten al fondo “And
the day will come when we no longer feel”. Y cuando parece que van a soltarte a
las garras de la negrura total, del fatalismo, viene la luz: “Then the west
will rise again”. Escuchar a Silver Mt. Zion cuando están en su momento más
lujoso, como en esta pista, es ser consciente de tu lugar en la eterna espera, quizá
inútil, por un mundo mejor.
La banda eligió no cerrar Fuck Off Get Free… en este punto, sin
duda el álgido, sino darnos otra pista más, dedicada al rapero Capital Steez,
quien se suicidó el año pasado —dando así más fuerza al tema de la muerte
temprana tocado en “Early Grave…” y “What We Loved…”. La canción, “Rains Thru
the Roof at the Grande Ballroom”, consiste en un pequeño ritmo tribal que nunca
cambia acompañado de notas de piano extraviadas aquí y allá, lentas olas de
reverb y la desgarrada voz de Menuck, que nos acompaña con un refrán hasta el
final del disco: “Hold on”. No creo estar disparatado si digo que eso, “hold on”,
es el mensaje definitivo de esta banda hacia el mundo.
La vida occidental colapsa.
Todos somos infelices en secreto.Pronto llegará el día del juicio.
Water sank our boats.
The world is sick.
Musicians are cowards.
Todo se va a la mierda, sí.
Then the west will rise again.
So let’s have a parade.
Hold on.
Un poco más.
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